Hace mucho que no escribo un blog. El proceso de procesar el proceso es bastante demandante, y el verano (alargado, porque empezamos a fines de octubre) fue muy intenso de actividades y aprendizajes. Realmente no me he dado tanto el tiempo de procesarlo todo, hasta ahora que está acabando y estoy/estamos claramente empezando un nuevo capítulo (marzo frenzy).
Lo primero y seguramente lo más intenso fueron los avances en la construcción. Habíamos decretado la meta de hacer las fundaciones para antes del 2025, la cual logramos maratónicamente, dándole todo en el mes de diciembre. Luego, en enero hicimos el radier, y ahí entramos a una pausa no calculada porque no habíamos terminado de entender cómo iba a ser la estructura de las paredes, que es de madera. Tuvimos que acudir a ayuda más experta, y hasta que salió el diseño se fueron un par de semanitas. Después hicimos casi toda la estructura en 4 días, y subimos a instalarla. Todos estos cambios han sido impresionantes. Yo nunca había trabajado con cemento, ni había construido algo tan grande como los pilares y vigas que paramos. Ahora de a poco se van cerrando los muros, y lo que pasé tanto tiempo imaginando se está haciendo realidad. Cada paso es mágico, notable, lleno de mucha anticipación, aprendizaje, satisfacción, dudas, planificación, y de nuevo anticipación, etc. Marzo se viene bueno, con pasos agigantados. 
En las semanas de pausa de la construcción, tuve la oportunidad de trabajar como loca en el libro de cocina y casi lo termino de bocetear. Ahora estoy en una pausa hasta que se aterricen las locuras de marzo, pero espero volver pronto. Por lo menos, durante estos meses igual he experimentado con algunos dibujos y pinturas, y estoy desarrollando algunas cosas que me tienen bastante emocionadas. He intentado dibujar más, soltar la mano, encontrar como una mezcla entre dejar de planificar tanto lo que hago y encontrar un lenguaje que me permita hacerlo y que me guste lo que sale. ¿? 
Por último, usé los días de procastinación para hacer algo que para mí realmente me sirve para meditar: tatuar. Hice un par de tatuajes que me dejaron bien contenta. Siempre me emociona, me absorbe, me renueva tatuar. Es una concentración máxima, un hiperfoco que me deja mucha satisfacción, y que lo bueno es que tiene un tiempo limitado (no como las otras cosas que hago que son procesos larguísimos, que me intimidan porque una vez empezados los quiero terminar, pero a veces hay otras cosas que hacer, y bueno, lo típico que da vueltas y vueltas). 

You may also like

Back to Top